Después de haber reflexionado largo y tendido sobre el peligro de infoxicación que nos acecha en cada incursión en la red, detrás de cada herramienta que descubrimos en Internet, andamos ahora inmersos en la curación de contenidos.
Para captar lo que significa realmente la palabra “curación” (que, tengo que reconocerlo, hasta hace un par de semanas habría dicho que era un anglicismo que no existe en nuestra lengua) necesito siempre volver a pensar en el vocablo inglés “(museum) curator“.
Porque eso es precisamente lo que hace el curador de contenidos. Reunir piezas (de información), seleccionar las más valiosas, etiquetar y organizar el contenido de modo que sea rastreable y recuperable, crear colecciones – donde el conjunto es mucho más que la suma de sus partes, pues cobran sentido a partir de las interacciones e interpretaciones- y compartirlo con el público.
Hasta ahora la curación de contenidos había sido cosa de los bibliotecarios y los community manager, pero la diversificación de las fuentes de información y la flexibilización de las formas de enseñar nos han obligado a los docentes en convertirnos en gestores – seleccionadores de contenido. Y con la irrupción de las TICs en las aulas, y en la vida cotidiana, y la consiguiente necesidad de alfabetización digital de nuestros alumnos, es hora de que vayamos pensando en que ellos también tienen que entrenarse en esto de la curación. Para muchos, hoy en día aprender ya no significa memorizar, sino tener estrategias y destrezas para saber comprender, analizar, relacionar, valorar y sintetizar la información (Marques, 1999).
Existen muchas herramientas para la curación de contenidos, con variaciones según sea la temática y la finalidad de la curación. Entre las más conocidas: Scoop.it, Pinterest, Diigo
, mailchimp… Pero no es tema de este artículo hacer un repaso exhaustivo de todas estas utilidades (sí de otros: por ejemplo, 10 herramientas básicas http://dineroennichos.com/curacion-de-contenidos-10-herramientas-basicas-de-un-buen-content-curator)
En la INFOGRAFÍA que sigue intento resumir de modo gráfico mis ideas sobre este asunto, y alguna de estas herramientas:
La infografía, o resumen gráfico, es un modo muy visual de resumir la información y hacerla fácilmente accesible. Es sabido que lo visual se retiene mucho más fácilmente que otro tipo de información, y este tipo de esquemas ayudan además a hacer explícitas la relaciones entre conceptos.
A mí, personalmente, me parece una herramienta muy útil, quizás más que para presentar conceptos nosotros mismos, para que los alumnos hagan sus propias infografías, y así aclarar y plasmar sobre el papel sus esquemas mentales. Es una estrategia que a mí siempre me ha ayudado, y así lo he intentado transmitir a mis alumnos, y creo que añadir al poder del esquema el atractivo del elemento visual lo puede hacer mucho más atrayente para los chavales.
La herramienta que he elegido para este ejercicio es Piktochart. Es bastante intuitiva, y los resultados son muy vistosos, aunque la colección de plantillas en la versión libre no es muy amplia. Otra de muy sencillo uso (pero que no he explorado demasiado) es easel.ly, y infogr.am es mucho más potente si lo que se quiere es generar mapas y gráficos.
Y, si no, siempre queda la solución del Power Point, o cualquier programa de edición de dibujo… o, por qué no, rotuladores, tijera y pegamento. Que los árboles no nos impidan ver el bosque…
Enseñar... ciencia 